Por todos es sabido que practicar ejercicio físico tiene multitud de beneficios para la salud, mejorando nuestra calidad de vida. Practicar deporte de forma regular y moderada favorece la prevención de enfermedades crónicas frecuentes y nos permite vivir más años y vivir mejor.
Gracias al deporte fortalecemos nuestro sistema cardiovascular, lo que disminuye el riesgos de sufrir problemas cardiacos, mantenemos el peso corporal, aumentamos la fuerza muscular, la flexibilidad de las articulaciones, mejoramos la resistencia física y reducimos la sensación de fatiga. A nivel emocional, si practicamos ejercicio de forma regular disminuimos nuestro nivel de estrés, ansiedad y probabilidad de sufrir depresión, mejorando nuestro autoestima y socialización. Es definitiva: el deporte nos hace estar más sanos y ser más felices.
Si importante es practicar deporte, igual de importante es saber cómo practicarlo según la edad que tengas y tu condición física. En cada fase de tu vida tu cuerpo requiere diferentes tipos de atenciones.
Deporte durante la niñez
Practicar deporte es fundamental desde que somos niños. Durante los años de crecimiento y desarrollo del cuerpo, la natación es una opción muy recomendable ya que incrementa la flexibilidad, agilidad y favorece la coordinación realizando ejercicio sin forzar la musculatura gracias a la falta de gravedad en el agua. Además, refuerza el sistema cardio-respiratorio y al quemar energía, ayuda a los más pequeños de la casa a descansar mejor y tener un sueño más profundo.
Si importante es practicar deporte, igual de importante es saber cómo practicarlo según la edad que tengas y tu condición física. En cada fase de tu vida tu cuerpo requiere diferentes tipos de atenciones.
A los 20
Nuestra condición física se encuentra en su mejor momento.
En esta edad debemos trabajar de cara al futuro, cuanto más variedad de disciplinas deportivas practiques mejor, lo agradecerás conforme vayas cumpliendo años. Los especialistas recomiendan practicar deportes activos y evitar rutinas de entrenamiento intensas que puedan llevar nuestro cuerpo al límite.
A los 30
Es el momento de trabajar más intensamente la tonificación para evitar descolgamientos.
Combinándolo con ejercicio cardiovascular, conseguiremos mantener nuestro cuerpo joven por más tiempo.
A los 40
En esta década nuestro cuerpo tiene una amplia experiencia deportiva.
Es hora de especializarnos, elegir aquella disciplina que nos haga sentirnos mejor física y mentalmente, siendo conscientes de nuestro potencial y de nuestras limitaciones. Tenemos que entrenar con cabeza.
A los 50
Con el paso de los años perdemos masa muscular y ganamos grasa. Pero tenemos buenas noticias: el deporte te ayudará a combatirlo. Practica ejercicios de resistencia con tu propio peso o con pesas. De esta forma no solo tonificaremos el cuerpo, sino que también lo haremos más resistentes ante posibles caídas o problemas de salud.
A los 60
Es clave mantenerse activo, siempre de forma segura. Caminar, nadar, el yoga o el pilates son prácticas deportivas ideales para estar en forma durante estos años. Combina ejercicio cardiovascular moderado con tonificación.
A partir de los 70
Nuestra actividad deportiva estará muy condicionada por cómo hayamos trabajado en el pasado. Si has sido deportista toda tu vida, durante estos años no tienes que renunciar a tu deporte favorito, siempre siendo conscientes de que ya no somos unos niños. Si por el contrario es a esta edad cuando comienzas a ser más consciente de que necesitas moverte, hazlo de forma moderada y bajo la supervisión de los especialistas.